

El Congreso de Brasil aprobó la ley que amplía la exención del impuesto a la renta para unos 25 millones de trabajadores con ingresos de hasta 5.000 reales mensuales (cerca de 930 dólares), una de las principales promesas de campaña del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La medida, considerada un pilar de la política económica del gobierno para fortalecer el poder adquisitivo de la clase media y los trabajadores de menores ingresos, fue aprobada en el Senado por votación simbólica, luego de haber recibido 493 votos a favor y ninguno en contra en la Cámara de Diputados.
Lula da Silva deberá sancionar la ley antes del 31 de diciembre, y las nuevas reglas entrarán en vigor a partir de 2026, aplicándose ya en la próxima declaración anual del impuesto a la renta.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, alrededor de 25 millones de contribuyentes resultarán beneficiarios, ya sea con una reducción del impuesto o con la exención total del mismo. El gobierno estima que el ahorro generado representará el equivalente a casi un salario adicional por año para cada trabajador dentro de la nueva franja de exención.
Actualmente, el beneficio cubre a quienes ganan hasta 3.036 reales mensuales (unos 564 dólares). Con la nueva ley, el límite sube a 5.000 reales, y se establece además un descuento progresivo para los ingresos situados entre 5.000 y 7.350 reales mensuales.
Impuesto a los más ricos
Para compensar la reducción de ingresos fiscales, la ley introduce un impuesto mínimo efectivo del 10 por ciento para las rentas altas, aplicable a contribuyentes con ingresos mensuales superiores a 50.000 reales (unos 9.294 dólares) o anuales mayores a 600.000 reales (unos 111.528 dólares).
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, ese incremento para las grandes fortunas afectará apenas al 0,13 % de los contribuyentes que hoy pagan de media solo un 2,54 % de impuesto sobre la renta, menos que muchos trabajadores.
En Brasil, uno de los países más desiguales del mundo, el 1 % más rico concentra el 27,4% de la renta total, según un reciente estudio elaborado por economistas internacionales con el apoyo del Gobierno.
Lula: "Hemos dado un paso decisivo hacia un país más justo"
"Hoy es un día histórico. Hemos dado un paso decisivo hacia un país más justo, con un sistema tributario que equilibra las contribuciones y reconoce el esfuerzo de todos los que ayudan a construir Brasil", celebró Lula en su cuenta de X.
El mandatario destacó que con la aprobación del proyecto "millones de personas que viven de su trabajo ya no tendrán que pagar impuesto sobre la renta o tendrán una tasa impositiva reducida, lo que les garantiza más dinero". "Esto se llama justicia fiscal", afirmó.
Añadió que se trató de "una victoria para la democracia y la justicia social".
"Quien tiene menos paga menos y quien tiene más, paga más"
El senador Renan Calheiros, del partido oficialista y relator del proyecto en la cámara alta, fue clave para lograr un consenso amplio, incluyendo el respaldo de legisladores alineados con el expresidente Jair Bolsonaro.
Durante la discusión aseguró que la reforma "corrige una anomalía histórica" en el sistema tributario del país. "Se trata de hacer valer el principio de progresividad tributaria: quien tiene menos paga menos y quien tiene más, efectivamente, paga más", declaró.
El líder del bloque gubernamental en el Senado, Jaques Wagner, defendió la aprobación del proyecto y anunció que propondrá una ley para establecer la corrección anual obligatoria de la tabla del Impuesto sobre la Renta, con el fin de evitar que los trabajadores vuelvan a ser perjudicados por la inflación.
Por su parte, la ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, recibió la aprobación y destacó que se trata de “uno de los proyectos más importantes del gobierno de Lula”, porque además de aliviar la carga tributaria de los trabajadores, “por primera vez haremos que los que están arriba paguen más, con tributación sobre dividendos”.











