Llegan gendarmes y militares a Rosario, la ciudad en la que “ganó” el narcotráfico

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Tras varios sucesos de extrema gravedad, el presidente Alberto Fernández anunció este martes “una serie de decisiones” para enfrentar el avance del narcotráfico y la inseguridad en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, ciudad que vio nacer y crecer a tres campeones del mundo: Lionel Messi, Ángel di Maria y Ángel Correa.

Entre las medidas, dispuso el refuerzo de las fuerzas federales hasta alcanzar en esta etapa los 1400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario. Esto significa la llegada de 300 gendarmes más, cuyas operaciones pondrá en marcha este miércoles el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

Además de los gendarmes, el presidente argentino decidió que el Ejército Argentino, a través de su Compañía de Ingenieros, participe en la urbanización de barrios populares, acelerando tareas pendientes de ejecución.

Enviarán a su vez 600 cámaras de vigilancia “con reconocimiento facial de última generación”, y se extremará la custodia contra los reclusos en el sistema carcelario.

"La lucha contra el crimen organizado, a pesar de los esfuerzos realizados, no ha alcanzado los resultados que esperábamos”, dijo el presidente Fernández en su mensaje este martes. Días atrás, el ministro de Seguridad fue más severo respecto a la situación que atraviesa Rosario: “Los narcos han ganado, pero estamos dispuestos a revertir la situación”.

Durante el 2022 hubo 406 víctimas de homicidios en la provincia de Santa Fe, de los cuales el 70,7% ocurrieron en Rosario (288), un porcentaje (víctimas de homicidios sobre el total de la provincia) que creció significativamente respecto al 2021 (67,6%) y el 2020 (entre el 50% y el 55%), según datos del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad de la provincia santafesina. Con estos números, Rosario fue la ciudad argentina con más homicidios.

Esta semana, fue asesinado un chico de once años en el barrio rosarino “Los Pumas”. Como resultado, los vecinos destruyeron la casa del presunto asesino, donde según los locales funcionaba un bunker narco. Los vecinos, reciben ahora amenazas por parte de los narcos.

La interna política detrás de los asesinatos
El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que llegó a la gobernación desde el peronismo pero que en el último tiempo se distanció del presidente Fernández, jamás pudo controlar la situación en Rosario desde su llegada al poder: removió a tres ministros de Seguridad de la provincia y a nueve jefes de la policía de Rosario.

El intendente de Rosario, Pablo Javkin (del Frente Progresista Cívico y Social), viene exigiendo hace meses la asistencia de fuerzas de seguridad de la Nación y asegura que la ciudad ha sido “abandonada”. Días atrás, dijo que “el fenómeno del narcotráfico abarca a toda la Argentina”, y que lo que pasa en la ciudad rosarino ocurre “por ser el polo logístico más importante del país”, pero “está sucediendo en otros lugares, aunque no se manifieste de forma violenta”, en declaraciones a La Nación.

Esta situación generó diferencias dentro del Gabinete nacional. Mientras el presidente respaldaba al ministro de Seguridad, que confrontaba con el gobernador Perotti, quien a su vez recibía el apoyo del jefe de Gabinete, Agustín Rossi y el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

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