Rosario se vistió de celeste y blanco este viernes 20 de junio. El clima acompañó y el Parque Nacional a la Bandera brilló para esta multitudinaria celebración por el Día de la Bandera. La jornada, que comenzó bien temprano, prendiendo los primeros fuegos en el sector de Asadores y dio paso a los actos protocolares, superó todas las expectativas y ofreció una vasta agenda de actividades que incluyeron música, propuestas gastronómicas y entretenimiento para todas las edades. El broche de oro estuvo a cargo del reconocido artista Coti Sorokin, que selló una jornada inolvidable para la ciudad donde más de 350 mil almas se dieron cita.

La expectativa se había gestado el día anterior, cuando en una conferencia de prensa realizada el 19 de junio, se ultimaron los detalles de lo que prometía ser una conmemoración patria a lo grande. Y así fue. Una vez finalizado el acto protocolar, el Parque a la Bandera se convirtió en un verdadero festival popular que se acopló inmediatamente con la energía de sus dos escenarios principales.

El intendente Pablo Javkin se mostró emocionado y casi sin voz expresó lo maravilloso de este día: “La verdad que hoy fue increíble. Yo creo que nunca tuvimos esta dimensión de gente. Creo que el espíritu con el que lo estamos viviendo es el que queríamos. Ir encontrando lo que queremos que sea y bueno que sea así porque yo lo que más valoro acá es que hay gente de toda la ciudad. La ciudad se une alrededor del río y alrededor de su bandera. Disfrutar que es lo que necesitamos. Y hasta el día se puso a la altura de lo que queríamos hoy".

Por su parte, el secretario de Cultura y Educación, Federico Valentini se sumó al sentimiento de la jornada y dijo que la respuesta de la gente siempre es muy grata: “Desde la municipalidad de Rosario con el acompañamiento de la provincia, estamos convencidos de invertir en cultura y de celebrar una fiesta como esta que es un hito cultural en todo el país. Más de 350 mil personas pasaron por este predio. Han disfrutado de lo público. Han disfrutado en paz y es una ciudad que está viviendo un tiempo mucho más justo con su gente, con su historia y proyectando mucho futuro."

La música que llega a cada rincón

En el Escenario del Río, la música fue la gran protagonista. Una ecléctica selección de artistas deleitó al público con presentaciones memorables del Sexteto de Malambo Femenino, el folclore de Oropel, la cumbia de Girda y los del Alba, y las destacadas actuaciones de Campedrinos y Antonio Tarragó Ros. El cierre se vivió con gran emoción gracias al cantante Santiago Motorizado y el esperado concierto de Coti Sorokin, que hizo bailar a la multitud.

Paralelamente, el Escenario del Litoral se dedicó a exaltar la música regional y a dar espacio a nuevas voces. Talentos como Lupe Ferreyra, Tomás Puntano, Sol García y Ñaupa Cunan brillaron con sus propuestas, y el maestro Monchito Merlo cautivó con su acordeón, para culminar con la contagiosa cumbia de La Vanidosa. En este espacio una voz resuena y afirma: "Se oye un grito de felicidad cuando se escucha un chamamé". Y ese enunciado, casi como un mantra, abre la ronda de baile.  

La tradición folclórica también tuvo su merecido lugar en el Patio de Baile, que invitó a todos a levantar los pies desde el mediodía con Dj Zulema y La Bailable Rosarina, seguidos por una clase abierta impartida por Caro Trebino. Numerosos ballets folclóricos, entre ellos Arreando Sueños, Esperanza de Mi Patria, Origen de Tradición, Alma Criolla, Sembrando Tradición y la Agrupación Folclórica Naranjo, exhibieron sus destrezas y la riqueza de nuestras raíces.

Se encienden los fuegos

La gastronomía fue, sin duda, otro de los grandes atractivos de la jornada. Los tradicionales asadores volvieron a encender sus fuegos y protagonizaron una contienda de sabores que comenzó temprano, con el encendido de las brasas a las 6 de la mañana y el inicio de la cocción a las 7. Al mediodía, un selecto jurado compuesto por autoridades y expertos de la cocina como Alicia Robledo, Guillermo Chiaraluce, Fernando Merochenich, Rubén Álvarez, Leonardo Caruana, Julia Irigoitia, Juan Ferrara, Florencia Cantor y Hugo Meraviglia, realizó la degustación para la posterior premiación.

Este 2025, el primer premio del concurso de Asadores se lo llevó Pilchas gauchas, compuesto por la dupla de Rubén Darío Aguiar y Juan Augusto Oberti, que es la primera vez que participan y vienen de la localidad Álvarez. Este equipo se conoció hace 15 días y la química asadora fue inmediata.

La Mención Especialidad Fogonero fue para 'Forasteros'. Pablo Martínez y Romina Lozano se mostraron muy agradecidos con la organización.  

La Mención de honor Estaca a piso fue para 'Asadores Marcosjuarense' de Antonio Pérez y Erica Tolosa, procedentes de la ciudad de Marcos Juárez, Córdoba. "Estamos muy contentos y emocionados. Nos llevamos la alegría de la gente que viene a apoyarnos", dijeron desde la agrupación.

Las personas que caminaron a lo largo y a lo ancho del predio pudieron reponer energías, además, con una amplia oferta de empanadas y pastelitos, distribuidos en 14 puestos de dulces y 20 de salados. Cómo todos los años, la disputa de los pastelitos y la división de bandos por team membrillo o batata fue notable. Igual eso no fue impedimento para que el sector gastronómico no pare de vender, con filas cargadas para probar algunas de las exquisiteces.

El Parque a la Bandera también albergó una feria de emprendedoras y emprendedores de Economía Social y una Feria Tradicional, que ofreció productos únicos y permitió apoyar el trabajo local. Fernanda, que tiene un emprendimiento de mosaiquismo y trabaja con vajilla antigua, estuvo en la feria del día de hoy exponiendo sus productos y el fin de semana continuará en el circuito de ferias que ofrece el municipio. En la feria se venden escarapelas de las más originales en cuanto a materiales y diseños. Algunas con canutillos, fieltro, tela, formas de estrella, de flor, rectangular, circular. Para los más chicos, se dispuso de un patio de juegos con diversas opciones de entretenimiento, asegurando la diversión de toda la familia. La bandera de la whipala flamea en paralelo al stand de asadores. Allí está la feria de artesanos y recuerda a los primeros pobladores de estas tierras, los pueblos originarios.

En el stand de asadores solo queda la estela del humo y ese vaivén lo acompaña el violín en el instrumental de una chacarera. Coti y la Vanidosa cierran la tarde en escenarios paraelos y el sol cae y acompaña el cierre.

Rosario, como cada 20 de junio, se vistió de celeste y blanco para abrazar a cada habitante y honrar la memoria de Manuel Belgrano. La expectativa de superar las 100.000 personas que asistieron el año anterior se cumplió con creces y consolida a esta celebración como una de las más emotivas y concurridas del país.