Santiago Trifiró, egresado del Instituto Politécnico Superior y estudiante de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, fue seleccionado para integrar el equipo nacional que competirá en Bolivia.
A sus 19 años, Santiago Trifiró ya dio un gran paso en el mundo de la programación: fue seleccionado para integrar el equipo que representará a la Argentina en la Olimpiada Internacional de Informática (IOI). Desde las aulas del Politécnico hasta Sucre, Bolivia, su recorrido lo lleva directo a una competencia internacional que se perfila tan exigente como apasionante. Del 27 de julio al 3 de agosto, medirá su talento con los mejores del mundo.

En 2024, Santiago culminó sus estudios secundarios en el Instituto Politécnico Superior, donde eligió la orientación en informática. Si bien ya finalizó su etapa escolar, la olimpíada se rige por el calendario internacional, por lo que rindió la etapa final ya estando en los primeros días de su formación universitaria.

A fines de abril logró ubicarse en el segundo puesto del selectivo argentino, instancia que definió a los cuatro estudiantes que representarán al país en la prestigiosa competencia internacional.

El proceso de selección incluyó una etapa regional y otra nacional, que Santiago logró superar para finalmente acceder al certamen definitorio. Este último se desarrolló de forma virtual y contó con la participación de 16 estudiantes de distintas provincias. “El proceso de selección fue bastante largo, especialmente por la estructura que consta de tres certámenes: el jurisdiccional, el nacional y el selectivo. A su vez estos se dividen por niveles: nivel 1 que compiten los de primer y segundo año de la secundaria, nivel 2 que lo hacen los de tercero y cuarto, y nivel 3 los de quinto y sexto” explicó y resaltó que tanto en la instancia jurisdiccional como nacional cada uno compite contra otros estudiantes con los que comparte nivel.

El jurisdiccional es una competencia que se realiza por región y/o distrito, y consta de cuatro problemas a resolver. “Teniendo en cuenta como les fue a los otros competidores de tu región podés clasificar al nacional. En mi caso, superé ese desafío y viajé a la Universidad Nacional de San Martín (USAM), que fue la sede principal de las olimpiadas. Los primeros seis, clasificamos al selectivo para ver quienes iban al mundial. Todo esto fue el año pasado, el selectivo lo rendí este año en el Politécnico y por suerte me fue bien, quedando segundo. Fue un proceso muy interesante y enriquecedor”. 

 Santiago resaltó que se preparó especialmente para integrar el equipo argentino.
Durante dos jornadas, los participantes debieron resolver tres problemas diarios en cinco horas. Los cuatro con mayor puntaje lograron clasificar al certamen mundial.

“La prueba fue exigente. Fueron dos días intensos resolviendo problemas complejos durante varias horas. Finalmente, quedé entre los cuatro mejores y eso me dio el pase a la IOI”, comentó Santiago.

En esta última fase también participaron otros dos estudiantes del Politécnico: Mateo Delmagro y Juan Esteban, este último reconocido recientemente por obtener un premio en una competencia internacional de diseño de videojuegos realizada en China.

La IOI es una de las olimpiadas científicas más importantes del mundo y busca promover el desarrollo de habilidades en informática y programación entre jóvenes talentos, además de fomentar vínculos internacionales entre los países participantes.

De cara al desafío que se aproxima, Trifiró explicó que se enfrentarán a problemas que requerirán el uso de algoritmos y razonamiento matemático. “Tengo la expectativa de aprender muchísimo, es mi primera experiencia en un selectivo y creo que es una oportunidad única. Además, quiero poder poner en práctica todo lo que he aprendido hasta ahora y poder ayudar al equipo a poder quedar lo más arriba en el ranking”, señaló.

El desafío de competir

Su vínculo con las competencias académicas comenzó en la infancia, cuando participaba de las Olimpíadas Matemáticas Ñandú. Luego amplió sus intereses hacia el área de la informática. En noviembre pasado, junto a Fabricio Valero y Lucio Intelangelo, ganó el primer premio en la categoría de escuelas secundarias en la TecnoMate, un certamen de programación organizado por la UTN Santa Fe y el Ministerio de Educación de la provincia.

El flamante integrante del equipo que representará al país en Bolivia, recordó sus experiencias previas y como estas lo ayudaron a crecer dentro de la disciplina. “Me hicieron mejorar mucho, es más puedo decir que gracias a esto pude clasificar en esta oportunidad a ser parte del equipo argentino que va al mundial. Estuve participando en los Olimpiadas Informática Argentina. El primer año llegué a la instancia nacional, pero no fui con tanta práctica. En cambio, el segundo estuve muy cerca del selectivo, quedando séptimo,  y este año, que fue cuando más me dediqué a prepararme, logré avanzar con buenos resultados”, detalló y sumó: “Las experiencias son muy enriquecedoras y realmente te ayudan muchísimo no solo a aprender sino también a cómo estrategizar tu tiempo y cómo manejarte dentro de lo que es el competir porque la cabeza juega un gran papel y yo creo que esas experiencias son fundamentales”.

La Universidad Nacional de Rosario tiene una gran reputación dentro de la disciplina y cuenta con una rica historia de competidores a través de los años. “Me llena de orgullo ser el representante de la UNR en el equipo, es una institución muy importante de la que soy parte desde los 12 años. Mi formación en el Poli fue fundamental, me dió las herramientas para poder desenvolverte en este tipo de certámenes. No sólo por las horas cátedras sino también por los talleres que son fundamentales, con docentes muy dedicados que te enseñan y preparan para que puedas participar al más alto nivel. En mi caso, Sebastián Mestre, que es el entrenador de las Olimpiadas de Informática del Poli, me ayudó muchísimo en esta instancia”, concluyó.

Por: Gonzalo J. García