Nadie quiere al muerto: ninguna cochería ni cementerio quiere recibir el cuerpo de Pillín Bracamonte

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Mientras avanzan las investigaciones de la Justicia y se multiplican las hipótesis sobre su asesinato, el cuerpo de Andrés Pillín Bracamonte permanece en el Instituto Médico Legal (IML). La autopsia, en la que se determinó que murió de cinco balazos, ya se realizó este domingo, pero todavía no pudieron trasladarlo.
El cuerpo quedó a disposición para ser retirado desde las primeras horas del domingo, pero que "por el momento nadie se presentó a retirarlo para velarlo o inhumarlo". "No tenemos noticias sobre a qué se debe", señalaron.
 
En un principio, se barajó la posibilidad de velarlo en la cochería Caramuto, pero finalmente la opción fue descartada. El resto de las casas velatorias y cocherías de la ciudad se negaron a recibir a Bracamonte por cuestiones de seguridad - y también temor - y su familia aún no pudo despedirse.

Al parecer, lo mismo pasa con los cementerios de la ciudad. El Salvador se negó a recibir el cuerpo del barra canalla y crece la inquietud en las inmediaciones del Instituto Médico Legal, donde todavía permanece.

En este marco, sus seres queridos plantearon la opción de la cremación, pero la Justicia no estuvo de acuerdo, ya que consideraron importante la conservación del cuerpo para futuros procedimientos en el marco de la causa.

Otra de las versiones que circulan por estas horas hablan de que podrían trasladarlo a Ybarlucea, la localidad en la que vivía Pillín. Pero por lo pronto, no hay novedades y su cuerpo permanece en el edificio de 3 de febrero al 4000, donde se montó un gran operativo de seguridad.

Había sobrevivido a casi tantos disparos como los años que ejerció un liderazgo indiscutido en la barra brava de Rosario Central. En los últimos meses las balas le silbaron cerca en dos atentados, uno frente a su casa en un country y otro cerca de la cancha en el parque Alem.

El sábado a la noche, muy cerca del Gigante de Arroyito, otros cinco tiros dieron en el blanco y esta vez, a sus 53 años, Andrés Alejandro “Pillín” Bracamonte no pudo perpetuar su fama de sobreviviente. Su ladero Raúl Daniel “Rana” Attardo, de 55, fue asesinado con él en un doble crimen que sacudió a la ciudad y la dejó sumergida en un mar de hipótesis y especulaciones sobre el trasfondo del atentado y sus implicancias a futuro.

Bracamonte había sido jefe de la barra por 26 años. En ese lapso sufrió 29 atentados a balazos, dos de ellos en los últimos meses. El más reciente había ocurrido el 10 de agosto pasado después del clásico, en el parque Alem. “Si me matan, la ciudad se incendia”, había dicho poco después en una entrevista con el diario La Nación en la que atribuyó esos ataques a la banda de Los Menores, una gavilla ligada al narcomenudeo de los barrios Stella Maris y 7 de Septiembre. Un día antes del crimen habían comenzado a juzgarlo por violencia de género contra su expareja y además afrontaba causas penales por lavado de activos y extorsiones junto al jefe de la Uocra.

El doble crimen se registró a las 21.45 del sábado luego del partido que Rosario Central perdió ante San Lorenzo. Ocurrió en el bulevar Avellaneda, apenas pasado el cruce con Reconquista y antes de llegar a Iberlucea hacia el sur, cuando todavía salían hinchas de la cancha.

LC

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