A pesar del acuerdo que alcanzaron la semana pasada el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUP) y la Terminal Puerto Rosario (TUP) para reincorporar a veinte trabajadores despedidos, el ingreso a la terminal continuaba el miércoles bloqueado por un grupo de operarios. 

La situación derivó ayer en un pedido formal elevado por la Federación de Industriales santafesinos (FISFE) al gobernador Omar Perotti donde le solicitan la “intervención urgente” para lograr que se orden “el libre ingreso/egreso de bienes y personas”.

Luego de una tensa negociación por el reclamo de recomposición salarial, el conflicto escaló en noviembre pasado tras el despido de 25 trabajadores.

La semana pasada la empresa que controla la terminal, una sociedad integrada por la firma Vicentin y la chilena Ultramar, formalizó con representantes del Supa un acuerdo para reincorporación a veinte de los operarios despedidos, aumentos salariales del 90 por ciento con cláusula de revisión y el pago de los días de huelga.

El convenio, celebrado en la sede del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, fue rechazado sin embargo por los cinco trabajadores que no fueron reincorporados y por parte de sus compañeros, lo que exhibió internas dentro del gremio portuario.

Ese grupo mantiene el bloqueo en el ingreso a la terminal, por lo que a pesar del anuncio realizado aún no pudo retomarse la actividad. “Es inadmisible lo que están haciendo”, planteó el secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), César Aybar.

En el acuerdo celebrado con la intervención de la ministra Kelly Olmos se estableció que los despedidos cobrarán una indemnización, aun cuando la empresa argumenta que fueron desvinculados con causa.

La situación de parálisis en la terminal portuaria afecta a la cadena productiva. De acuerdo a una denuncia de la Unión Industrial Argentina (UIA) son unos mil los contenedores que permanecen varados sin poder ser despachados.

Las autoridades del ministerio de Trabajo solicitaron al Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) que elaboren un detalle sobre el alcance de las pérdidas millonarias que ocasiona el conflicto.

Distintas empresas, como es el caso de la automotriz General Motors, están pendientes del conflicto porque pueden ver afectada su producción.

Los industriales santafesinos temen que parte de la operatoria local, en caso de que el conflicto no pueda solucionarse con urgencia, se traslade a la terminal de Zárate. Por ello, reclamaron la intervención de Perotti.

Desde Fisfe plantearon que el bloqueo “está afectando derechos constitucionales y trae como consecuencias pérdidas económicas irreparables para la provincia y la Nación”.

Por ello, solicitaron la “intervención urgente” del Gobierno con la aplicación efectiva de las herramientas que el Estado provincial cuenta” para ordenar la libre circulación en el ingreso de la terminal.

Desde la cartera laboral santafesina se comprometieron ante el nuevo pedido de los industriales santafesinos a solicitar la intervención de un fiscal para intentar que ordene el desalojo en el ingreso de la terminal portuaria.