
Según el Indec, el 10% de los jubilados son pobres, pero señalan que el número es mayor
Actualidad
“Las personas mayores en Argentina SÍ son pobres”. De esta manera, con un “sí” en mayúsculas, concluye un informe de la ONG HelpAge International que analiza la situación de los jubilados en el país. El documento adquiere nueva relevancia cuando se desglosan por edades los porcentajes de pobreza que dio a conocer el Indec esta semana y que recibieron cuestionamientos sobre la metodología empleada por parte de diferentes sectores, incluso de trabajadores del organismo. Para los autores del estudio, en 2024, el 73% de los adultos mayores se encontraba bajo la línea de pobreza. Un importante contraste con el último dato oficial: 10,8%.
El 47% de los beneficiarios del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) cobra haberes menores o iguales al mínimo, el 17% entre una y dos jubilaciones mínimas y el 36% restante tiene ingresos iguales o mayores a dos haberes mínimos. Se trata, en total, de un universo de 6,12 millones, según los informes públicos. En septiembre las jubilaciones mínimas fueron de $ 320.277, a lo que se le sumó un bono de $ 70 mil. La canasta de un jubilado era, en abril y según la Defensoría de la Tercera Edad, de $ 1.200.523: ni siquiera quienes cobran el equivalente a dos mínimas llegan a cubrir lo básico.
“La cobertura previsional es casi universal en Argentina y eso casi siempre te deja –aunque con horizontes bajos y deteriorados– en niveles que están por encima de los de la canasta básica. Por eso la población de adultos mayores tiende a estar subrepresentada en las medidas de pobreza”, explicó Juan Ignacio Bonfligio, investigador de la UCA, a PERFIL. “El problema es que hay distintos elementos que no nos permiten, a partir de este instrumento, dar cuenta de aspectos que son decisivos en las condiciones de vida”. Decir que una persona mayor de un hogar unipersonal que no es propietaria y que tiene que afrontar con la jubilación mínima el gasto de un alquiler no es pobre “es problemático”, sentenció. “Lo mismo podríamos decir de ciertos aspectos que tienen que ver con la cobertura de medicamentos y con gastos específicos que tiene esta población, que no tiene el resto”. El profesional resaltó que, a diferencia de las cifras oficiales (según estos datos la pobreza en la tercera edad bajó 19 puntos porcentuales respecto al primer semestre de 2024), “existen estudios que marcan que en los últimos años se incrementó”.
Una de las cuestiones que más influencia tienen en este sentido es la quita de la cobertura del 100% en algunos medicamentos que ofrecía el PAMI y las mayores restricciones para acceder a los que continúan con ese beneficio. “Si tienen los medicamentos gratis o no los tienen, para la medición de pobreza es lo mismo, y claramente no es lo mismo”, aseguró a este medio el economista Hernán Letcher.
“El aumento de los medicamentos también impacta, pero en términos relativos no ha sido tan significativo como el de los servicios”, agregó. A eso se suma el incremento de otros factores como el de los servicios de cuidado.
“El adulto mayor tiene una cantidad de prestaciones e insumos a cubrir, por lo cual su canasta no tiene que ver con la ponderación que hace el Indec, sino que es mucho más amplia”, detalló a PERFIL Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad. “Entre otras cosas no contemplan los gastos de vivienda y suponen una estructura familiar con niveles de asistencia que ya no existen más”, afirmó.
Sobre el costo del cuidado, el gerontólogo agregó que “no se consiguen geriátricos por 3 o 4 millones de pesos” y que uno de los principales problemas es la falta de lugares para internación. “Hoy no tenemos camas de internación geriátrica. El que más interna por volumen es el PAMI, que tiene una espera de entre seis meses y un año”.
Un indicador cuestionado. Luego de conocerse las cifras oficiales que indican que, para el primer semestre de 2025, el 31,6% del total de la población está por debajo de la línea de pobreza y el 6,9% en condición de indigencia, las críticas por la forma de medir y comparar esas cifras no tardaron en llegar.
Una de las primeras provino del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. En un comunicado resaltaron que, si bien las cifras sobre pobreza e indigencia “implican una reducción significativa” y eso es una “buena noticia”, esta caída está sobrerrepresentada.
En esta sobreestimación, los profesionales de la UCA consideran que la falta de actualización en el cálculo de las canastas básicas y por tanto del papel más preponderante que ocupan las tarifas en los gastos mensuales de una familia impiden “reflejar con precisión la situación efectiva de los hogares”.
Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) concluyeron que, aunque el peso de los servicios y el transporte es cada vez mayor, este cambio no se refleja adecuadamente en el coeficiente que determina la Canasta Básica Total. “Como consecuencia, una mayor cantidad de hogares aparece por encima de la línea de pobreza, incluso cuando sus ingresos no han tenido un crecimiento significativo en términos reales”.
Un estudio de la consultora Equilibra y el Observatorio Universitario de Economía de la Universidad Nacional de La Pampa, por ejemplo, estimó que durante el segundo semestre de 2024 la pobreza alcanzaría al 43,3% de la población, casi nueve puntos porcentuales por encima de las estimaciones oficiales para ese momento (34,7%).
“Milei no sacó a 12 millones de personas de la pobreza”, aclaran desde el comienzo. Primero, explican, por el punto de comparación: resaltan que se realiza respecto al primer semestre de 2024 sin tomar en cuenta el efecto de la devaluación de diciembre de 2023 y la inflación que se generó después. “La Encuesta Permanente de Hogares posee una muestra que representa alrededor de 30 millones de personas que habitan las zonas más densamente pobladas del país”. Esto significa, agregaron, que “para poder interpretar una salida de 12 millones de personas de la pobreza, la caída debería ser del 40%, y eso no sucedió”. Sobre el final advirtieron sobre el aumento de renuncias de profesionales altamente calificados por los bajos salarios en el organismo.
Perfil


