Porque la argentina tiene de hecho un sistema bimonetario

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Por: Lic Horacio Rovelli ✍️

La Señora Vicepresidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner, en varias y diversas oportunidades se refirió al sistema bimonetario argentino1, esto es, la existencia de dos monedas que se utilizan en el país.  La última aparición pública fue el 10 de marzo 2023 cuando la Universidad de Río Negro le dio el Doctorado Honoris Causa, en que en una parte de su discurso2 dijo textualmente: “…si en una economía de carácter bimonetario como la que yo tengo, tengo que ir en la devaluación por arriba de la inflación y en la tasa de interés por arriba de todo eso y además tengo que eliminar todo tipo de subsidios a las tarifas y los servicios públicos, en una economía de las características de la Argentina”, relatando el ajuste fiscal y comercial que padecemos, impuesto por el FMI como auditor de la deuda externa argentina y garante de su pago.  

El sistema bimonetario se caracteriza por cumplir dos condiciones a la vez:

Por un lado, el empleo de la moneda local (el peso) como moneda de cambio y, la moneda extranjera (el dólar) como moneda de ahorro; y, a la vez, los grandes formadores de precios internacionalizan los mismos y con ello plantean sus utilidades medidas en moneda dura. 

Para el primer caso basta saber que para el año 2022, el INDEC estima que residentes argentinos tienen en el exterior 362.258 millones de dólares3, que están en billetes o invertidos en fondos y monedas extranjeras, buena parte directamente no declarados, que por la vía de la salida de capitales se fueron acumulando a lo largo de los años fuera del sistema financiero local.

 Y del lado de la internacionalización de los precios, las grandes empresas igualan el valor que obtienen en el exterior con el que venden al mercado argentino. Por ejemplo, en marzo 2023 la botella de aceite de girasol marca “Cocinero” que produce Molinos Río de la Plata SA, se vende en Ámsterdam (principal puerto de entrada de la Unión Europea) a 2,42 euros.  

El girasol se siembra y cosecha en la Argentina, se prensa para convertirse en aceite y se envasa en su planta de Victoria –Partido de San Fernando, Pcia. de Buenos Aires-, viaja 10.000 kilómetros para venderse en Europa, y en el mercado local esa botella no se consigue por menos de $ 900.- quiere decir que incluso fijan el precio que ellos quieren, porque la cotización oficial del euro tipo vendedor al día 14 de marzo 2023 es de $ 214,74, por lo que el producto debería haberse vendido a $ 532,55 y se lo vende a no menos de $ 900.-, con lo que están tomado un precio del euro de $ 362,9. 

Es más, se está construyendo el gasoducto Néstor Kirchner4 que va a llevar gas de Vaca Muerta (Neuquén) a San Pablo (Brasil), bien actualmente (marzo 14 de 2023) en la Argentina el precio del gas es de 5,76 dólares el millón de btu y en Brasil es de casi el doble.  Cuando terminen el ducto, seguramente que las empresas intervinientes van a pretender vender al mismo precio en el país que en Brasil  

LA CAUSA DEL PROBLEMA 

La bimonetización surge de la matriz productiva y distributiva de la Argentina, donde este gobierno propicia un modelo extractivista, agropecuario, financiero5 exportador en que se prioriza vender todo y como sea al exterior, de esa manera facilita a los empresarios vender a precios muy mayores a nuestros costos, generando una renta de la que se apropian con exclusividad. 

El trabajo es fundamentalmente visto como un componente del costo y no como componente de la demanda, porque no producen para el mercado interno sino para consumidores en el exterior.  

Y esa matriz se realiza con el pretexto de conseguir divisas y pagar una deuda impagable. Lo dijo en el mismo discurso la Vicepresidenta de la Nación: “…solamente de capital de la deuda el año que viene, se debe pagar 15.421.000.000 de dólares, el que sigue 18.546.000.000 de dólares, el que sigue 19.255.000.000 de dólares, en el 2027 empiezan de a 23 mil millones de dólares, 25 mil millones de dólares, 24 mil millones de dólares, 24 mil millones de dólares, 23 mil millones de dólares en el año 2032”. Esa es la razón por la que existe una presión permanente a que se acreciente el valor de las divisas en la Argentina. Ahora esa deuda no benefició al pueblo argentino. 

Con fecha 21 de mayo de 2020 el BCRA publicó el Informe "Mercado de cambios deuda y formación de activos externos, 2015-2019”6, donde demuestra que la deuda tomada en la gestión de Cambiemos que superó los 100.000 millones de dólares, unos 24.000 millones se utilizaron parta pagar deuda externa (comprende los 9.300 millones de dólares que se le pagó a los fondos buitres encabezados por NML Capital y Elliot Management Corporation de Paul Singer7). Pero hubo otra parte de la deuda en divisas que tomó el Tesoro de la Nación en la gestión de Cambiemos, por 86.200 millones de dólares8 (que incluye el crédito del FMI9 por 44.559,9 millones de dólares), y como paga sus gastos en pesos, le vendió esos dólares al BCRA y, el  BCRA se lo vendió a los bancos y,  éstos los compraron para sí o para sus clientes.  

Nunca pensaron los que compraron dólares desaforadamente, que el BCRA le iba a pedir a los bancos que se los vendieron, quienes fueron los que adquirieron esas divisas y, esa es la razón por la que esas empresas, en sus Memorias y Balances que publican anualmente, no pueden demostrar de dónde sacaron los recursos para poder comprarlos.

En esos estados contables deben exhibir un cuadro denominado “Estado de Flujos de Efectivo Consolidados” en el que debe constar el aumento neto de efectivo y el equivalente de efectivos que es donde se contabiliza la compra de las divisas (divisas en efectivo, en cuentas a cobrar, en cuenta corriente, en caja de ahorro, en certificado de depósitos plazo fijo, en títulos de deuda externa, etc.). Ese cuadro se combina con el de Activos y Pasivos en moneda extranjera, y de ambos resulta la información de cuántos dólares fueron adquiridos por la empresa en el ejercicio fiscal. 

Haciendo ese estudio observamos que la empresa que más compraron dólares en el período 2016-2019 como Telefónica Argentina SAIC (Movistar), subsidiaria de Telefónica de España, que lo hizo por 1.248 millones de dólares; Pampa Energía (Marcelo Midlin, Joseph Lewis, Blackrock) que compró 903,8 millones; TELECOM SA del grupo “Clarín”, compró 647,5 millones de dólares; el grupo ARCOR presidido por Luis Pagani, que adquirió, a través de sus empresas controladas ARCOR SAIC y BAGLEY ARGENTINA 360,7 millones de dólares; el holding Techint, liderado por Paolo Rocca, a través de tres de sus empresas controladas (TECPETROL SA, TERNIUM ARGENTINA SA, y TRANSPORTADORA GAS DEL NORTE SA) adquirió 547 millones de dólares; y demás empresas, sumando  las 100 primeras la compra de 24.769 millones de dólares y, ninguna de ellas, puede demostrar contablemente los recursos en efectivo para hacerlo. 

Igual sucede con las personas, donde 100 compraron 822,6 millones de dólares ente los años 2016 y 2019, entre ellos Néstor Ick de Santiago del Estero que compró 29 millones de dólares; o el tucumano Emilio Luque que compró 17,8 millones de dólares; también los Eskenazis de YPF y del grupo Petersen; Claudio Belocopit del Siwf Medical; los Werthein socio de Blackrock en Pampa Energía; o de Mauricio Filiberti, socio de Vilas y Manzano en EDENOR SA,  sin embargo no se constata si en sus DDJJ de impuesto contabilizan esa compra.  

 Dada la sospecha fundada de evasión fiscal10, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) en cumplimiento de sus misiones y funciones debería haber investigado los movimientos bancarios, tanto los que tienen que ver con la compra de dólares probando el origen de los fondos, como los relacionados con las transferencias bancarias en divisas y su destino. Asimismo la AFIP debería haber fiscalizado los saldos contables en dólares al final de cada ejercicio y verificar en qué cuentas bancarias - nacionales y/o offshore - estaban esas tenencias.  Y si lo hizo no lo sabemos por el “secreto fiscal”, pero lo cierto es que el pueblo argentino paga la deuda y los beneficiados con su compra y fuga no fueron ni siquiera llamados para aclarar sus cuentas.

 Esa es la razón por la que el Senador Nacional por Neuquén, Oscar Parrilli, presentó un proyecto de ley que fue aprobado por el Senado de la Nación y que, tiene Dictamen por la mayoría (básicamente el Frente de Todos) y por la minoría (básicamente Juntos por el Cambio) en la Cámara de Diputados de la Nación, para convocar a los administradores de las 100 empresas que compraron 24.679 millones de dólares en la gestión de Cambiemos y obligarles a abrir sus estados contables, para que justifiquen la operatoria y en caso de evasión fiscal, multarlas. .Con esos recursos evadidos constituir un fondo para la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que es por un lado justicia y, por otra parte, al disminuir la deuda de la Administración Nacional, disminuye la presión al incremento permanente del precio de la divisa norteamericana en nuestro país.

 El modelo de  crecimiento sustentable es en base al mercado interno, tal selo planteó el kirchnerismo desde sus inicios: Cómo hacer para aumentar el poder de compra de los asalariados, sin arriesgar el incremento de la competitividad, para ello, el Gobierno desarrolló políticas activas, entre las que se incluyeron mejoras en los sueldos y la elevación del salario mínimo, vital y móvil, así como el impulso de negociaciones colectivas que reunieron a sindicatos y cámaras empresarias en el Consejo del Salario, por un lado y, por otra parte, al aplicar fuertes derechos de exportación (retenciones) a los alimentos generaban un ingreso genuino al fisco y abarataban en el porcentaje de las retenciones el precio de los alimentos en el mercado interno. 

 La duplicación del monto indemnizatorio en caso de despido injustificado fue una medida para asegurar un piso mínimo de ingresos a los grupos que perdían posiciones en el mercado de trabajo formal, adquirirlas y mantenerlas funcionando; la ley de movilidad previsional, con un sistema de actualización de jubilaciones y pensiones; la inclusión en el sistema previsional de aproximadamente 2.400.000 personas que habían quedado sin ninguna cobertura y. la creación del monotributo social, que permitió un facilitado acceso a la economía en blanco y las prestaciones sociales de los trabajadores autónomos e informales.

Asimismo, se sancionó la Ley 25.877, la cual derogaba la 25.250, la ley de flexibilización laboral de De la Rúa. Algunas de las modificaciones introducidas fueron la autorización a los trabajadores a hacer valer el convenio colectivo de ámbito mayor si sus normas eran más favorables y la reducción del período de prueba de 6 a 3 meses sin posibilidades de extensión.

 Para luchar contra la informalidad se implementó el Plan de Regularización del Trabajo, orientado a combatir el trabajo no registrado, verificar el cumplimiento de las condiciones de trabajo que garantizaran los derechos del trabajo y la protección social, alcanzar mayor eficacia en normativa laboral y a la de Seguridad Social y lograr la incorporación al sistema de Seguridad Social de los trabajadores excluidos. Para ello, se creó un Sistema Integral de Inspección del Trabajo y la Seguridad Social para controlar y fiscalizar el cumplimiento de las normas del trabajo en todo el territorio nacional. En el ámbito de los programas de transferencia de ingresos la nueva estrategia consistiría en reconvertir el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en la dirección de mejorar las condiciones de empleabilidad de los desempleados. 

Finalmente, Kirchner con su visión estratégica de ampliar la demanda interna y combinarla con la internacional:

a)  Apuntaló los acuerdos comerciales en la región (MERCOSUR, UNASUR Y CELAC) Kirchner y los referentes de la región estaban convencidos que podían no solamente comerciar entre las naciones miembros, sino incluso producir en conjunto para tercero países.

b) Propició acuerdos comerciales con los países que nos compran y tenemos economías complementarias (comprarle a quienes le vendemos esa era la consigna)

c) Acordó con China venta de alimentos a cambio de inversiones públicas (represas como las que hoy llevan su nombre Néstor Kirchner y la del ex Gobernador de Santa Cruz, Jorge Cepernic en esa provincia, trenes, energía nuclear, etc.) 

 El crecimiento sostenido de China, India y demás países emergentes configuraba una nueva realidad internacional, de la que nuestro país debía saber sacar provecho, vendiendo cada vez más productos con mayor cantidad de mano de obra y tecnología nacional. A medida que los países asiáticos aumentaran sus ingresos, correlativamente incrementarían su consumo, el Estado debe intervenir en resortes claves (energía y transporte), y con acuerdos comerciales, productivos y financieros en la región que permitan emplear tecnología propia para que la Argentina se integre al mundo.

 Dado el marco económico imperante de usufructo de rentas por un sector de la población y de fuga de capitales por un lado, y de exclusión social y falta de trabajo por otra parte, se deben tomar todas las medidas necesarias en pos de conseguir la recuperación económica del país y fijar grandes objetivos para, como dijera Néstor Kirchner en el fin de su discurso de asunción de la Presidencia de la República, el 25 de mayo de 2003: “Se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación, la nuestra”

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