El Gobierno nacional anunció este domingo por la noche, a través de la cuenta de X del vocero Manuel
 “El Gobierno ha tomado la decisión de desregular el servicio de correos. Con esta medida lograremos más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal. Dios bendiga a la República Argentina. Fin”, fue el lacónico anuncio de Adorni, que parece indicar que buscarán privatizarla. Se trata de una empresa de 12.698 empleados, cuyo único accionista es el Estado, que este año recibió un financiamiento de $218 mil millones, un 21% por encima de la inflación. 

Ramiro Marra, legislador de la Ciudad de Buenos Aires, celebró: "Se sigue avanzando en lo prometido en campaña, en lo que Argentina realmente necesita y en lo que es correcto. Basta de regulaciones que frenan el desarrollo. El único camino para salir adelante es liberar los mercados y fomentar el crecimiento". El anuncio es congruente con lo pensado por el Ejecutivo en julio, cuando se conoció idea de avanzar con la privatización del Correo Argentino por fuera del Congreso. El oficialismo quería vender la empresa por decreto, basándose en su estatuto.

En un inicio, el correo formó parte de la primera lista de empresas estatales que la gestión de Milei presentó en la ley de Bases para privatizar. Sin embargo, fue excluida de la última norma sancionada, junto con Aerolíneas Argentinas y Radio y Televisión Argentina. Sin embargo, el anuncia genera preocupación porque el Correo Argentino presta el Servicio Básico Universal, al que está obligado por ley y que implica llegar a todo el territorio nacional, de manera frecuente y a un precio accesible. Cuenta con una red de más de 1400 sucursales y unidades postales, con presencia en todo el país. Es, además, el encargado de la planificación, dirección, coordinación y control de la logística electoral en todos sus niveles.

El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que conduce Federico Sturzenegger está trabajando duro por pasar la motosierra. Ayer el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, afirmó que "a partir de los paros" que llevaron adelante los gremios aeronáuticos, la sociedad tomó "conciencia nacional" de que existía un "mecanismo de apriete" de los sindicatos al Gobierno y sostuvo que si Aerolíneas Argentinas no se privatiza o los trabajadores no se hacen cargo, se va a cerrar.

El jueves, Sturzenegger también acaparó miradas: fue cuando participó del anuncio en Casa Rosada de la desregulación del servicio de rampas de los aeropuertos, un tema propio de su agenda, en medio de un conflicto sindical en Intercargo. El Gobierno también despidió a 15 empleados. Luego del encuentro del viernes, ambos sectores pactaron una tregua y acordaron seguir negociando.