La producción de General Motors (GM) en Argentina sufrió un nuevo contratiempo, aunque esta vez no se refiere a cuestiones financieras. La empresa confirmó este martes la suspensión de la actividad en Alvear, al sur de  Rosario, y confirmó que la medida obedece a los coletazos comerciales de las inundaciones en Brasil.

La fábrica ubicada sobre la Ruta Nacional A012 tiene el mismo problema que otras automotrices de la región. La catástrofe en el país vecino cortó la cadena de transporte terrestre y los insumos empezaron a escasear, de modo que la firma decidió hacer una pausa breve.

Según informó la compañía mediante un comunicado oficial, GM suspende la actividad en Alvear por nueve días. La planta deja de funcionar este jueves y el parate se extiende hasta el 31 de mayo.

El freno en la fábrica del sur del departamento  Rosario es el cuarto en tres meses. Los cierres anteriores tuvieron que ver con inconvenientes en el pago a proveedores internacionales para sostener el funcionamiento.

 Según explicaron voceros de GM en Argentina, las inundaciones en Brasil generaron “complicaciones en la distribución terrestre de piezas productivas” desde dicho país. Dada la situación, la empresa de origen estadounidense determinó que no está en condiciones de continuar con el montaje de la  Chevrolet Tracker hasta que se normalice el suministro.

El problema que provoca la crisis ambiental al norte de Argentina va mucho más allá de la provincia de Santa Fe. El grupo Stellantis tomó la misma decisión hace dos semanas, cuando confirmó la suspensión de de la producción de Fiat en Córdoba.