No hay plata: el Gobierno avanza en la compra de 24 aviones caza F-16

El Gobierno selló el compromiso con Dinamarca y para la compra de la flota de aviones caza F-16 de origen estadounidense. La carta de intención que firmaron los representantes de las carteras de Defensa de ambos países es el resultado de años de negociaciones que encara el estado nacional, más allá del gobierno de turno, para avanzar en la modernización de la Fuerza Aérea Argentina-

El ministro de Defensa, Luis Petri, recibió este martes 26 de marzo a su par danés, Troels Lund Pousen. Como anticipó PERFIL, el funcionario danés había partido rumbo a Buenos Aires para negociar los "términos y condiciones" de la multimillonaria compraventa de manera presencial con representantes del nuevo gobierno argentino.  

"Con la adquisición de estos aviones, indispensables para recuperar la capacidad supersónica de la Fuerza Aérea Argentina, se inicia la etapa final de un proceso cuyo objetivo es fortalecer las capacidades del instrumento militar", indica el Ministerio de Defensa en un comunicado.

La firma de la carta de cooperación bilateral supone apenas el inicio de un proceso largo de adquisición de las 24 aviones de combate F-16 Fighting Falcon que la Fuerza Aérea Real de Dinamarca quiere vender, después de haber donado otros 19 a Ucrania.

La operación requerirá un esfuerzo financiero de cientos de millones de dólares del estado nacional para reforzar la relegada área de Defensa nacional, en un contexto de "licuadora y motosierra". Un presupuesto que incluye el costo de las aeronaves pero también de sistemas de armas, servicios, repuestos y capacitación de pilotos, entre otros servicios asociados.

Fue el Congreso de Estados Unidos el que dio luz verde a la Argentina para comprar las aeronaves danesas el año pasado, que fueron remodeladas y están aptas para su utilización. Al no poseer componentes británicos, Argentina los puede comprar ya que escapan al insólito veto para la compra de armas impuesto por el Reino Unido después de la guerra de Malvinas.

La idea del estado nacional -más allá del gobierno de turno- es saldar una de las deudas de la democracia y recuperar las capacidades de las Fuerzas Armadas, siempre desde una óptica defensiva y enmarcada en el eje de seguridad occidental, con el fin de defender las fronteras de Argentina, "el octavo país más extenso a nivel mundial, con enormes cantidades de recursos naturales y extensas fronteras".

"Cabe destacar que desde hace 30 años que Argentina no realiza una compra de estas características. De esta forma, las Fuerzas Armadas pueden cumplir con su misión de cuidar la soberanía nacional", agrega el texto de la cartera conducida por Luis Petri.

En la reunión de este martes en el edificio Libertador del bajo porteño participaron los secretarios de estado cercanos a Luis Petri, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, y la delegación que acompañó al ministro danés. La llegada del funcionario, en tanto, antecedió a la visita de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, que llegará al país la próxima semana en una acotada agenda que incluiría una bilateral con el ministro Petri, indicaron fuentes del gobierno a PERFIL.

Por otro lado, en caso de que se se concrete la firma del contrato por los F-16, prevista para abril en Copenague, los aviones estadounidenses fabricados por la firma Lockheed Martin le habrán ganado la pulseada a los JF Thunder fabricados por China junto a Pakistán, y los HAL Tejas de la India, las otras opciones que barajó el estado argentino desde que comenzaron las negociaciones durante el gobierno de Alberto Fernández.

Argentina, en tanto, permanecerá bajo el paraguas de seguridad y de cooperación militar con Estados Unidos, la única potencia con proyección militar a nivel mundial, un detalle no menor considerando el avance en cooperación militar que potencias emergentes, como China, sostienen en la región.

PERFIL