A las 23.30 del domingo la página oficial del escrutinio provisorio de la provincia de Jujuy marcaba que Alejandro Vilca como candidato a gobernador del FITU hacía una de las mejores elecciones de la izquierda para un cargo ejecutivo desde 1983, consolidándose como tercera fuerza y obteniendo un 13.38% de los votos hasta entonces escrutados. En la populosa San Salvador, la capital provincial, nuestro candidato a intendente Gastón Remy salía segundo, superando por casi cinco puntos porcentuales al candidato del PJ (16,74% a 12,36%), haciendo una extraordinaria elección en los sectores populares como Alto Comedero, llegando a obtener arriba del 25% en muchas mesas de esa localidad.
Estos históricos resultados representan un salto de un 350% desde la última elección a gobernador en 2019, cuando el Frente de Izquierda obtuvo el 3,13% de los votos.
Sin embargo, como se vio y se escuchó durante toda la jornada a través de las denuncias de Alejandro Vilca acompañado por nuestra candidata presidencial Myriam Bregman hubo numerosísimas denuncias de irregularidades y maniobras fraudulentas, particularmente en el interior de la provincia, donde los fiscales de la UCR y el PJ, en acuerdo con las autoridades de mesa, impidieron la labor de las y los fiscales del FITU, principalmente en el interior de la provincia en departamentos como el El Carmen. Estas maniobras fueron orquestadas por el "republicano" y larretista Gerardo Morales, el "presidenciable" de JxC, aliado en negocios de todo tipo a Rubén Rivarola, el empresario dueño del PJ.
Esta gran elección, cuyo balance más profundo realizarán las y los compañeros de Jujuy, se constituye en un importante acicate para la batalla política que tenemos por delante como FITU, frente a un gran consenso de las coaliciones mayoritarias del FdT y JxC y los “libertarianos” en que deberá ser el pueblo trabajador el que pague con aún más penurias la crisis generada por los mismos capitalistas a quienes responden.
Jujuy demuestra que no necesariamente lo que crece es la derecha, que hay una alternativa política que se desarrolla y plantea una salida por izquierda, para que sea la clase trabajadora la que con su organización y lucha tome el control para derrotar el ajuste del FMI, imponer un programa obrero y popular, y que la crisis la paguen los capitalistas.
Hacia allá vamos, postulando a nuestra fórmula presidencial formada por Myriam Bregman y Nicolás del Caño, encabezando listas nutridas de trabajadoras, trabajadores, estudiantes y de los sectores populares más explotados, dentro de la única coalición política nacional de independencia política y de lucha de la clase trabajadora, el Frente de Izquierda Unidad.
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