Los caminos que conducen a la victoria en 2023

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Por: Jorge Rachid 🪶

Desde que el Frente de Todos asumió en 2019, una estrategia de demolición comenzó por parte de los adversarios locales y de los enemigos externos, con el objetivo claro de dividir al Movimiento Nacional, separar las corrientes internas, en especial al kirchnerismo de otras expresiones, con especial énfasis en el intento de destrucción de Cristina como eje y acumulación del conjunto.

 Eso fue paulatinamente asociado al ataque sistemático al Gobierno Nacional y a cada una de sus iniciativas, lo cual se agudizó en el desarrollo de la Guerra Pandémica1 que asoló al mundo y fue enfrentada con éxito en la Argentina. Pero es claro que los enemigos no podían permitir ninguna victoria: quemaron barbijos2 en manifestaciones en plena cuarentena, atacaron las vacunas rusas3 y chinas, hicieron esotéricas especulaciones agitadas por los Medios dominantes como que el virus “no existía”, que las vacunas colocaban “chips” y desconocieron el drama promoviendo la no vacunación. 

 Querían sangre de argentinos tomados como rehenes de sus intenciones políticas destituyentes, sin importar los costos sociales, como lo hicieron durante los 4 años de entrega patrimonial, saqueo, fuga de capitales, toma de empresas para sus grupos económicos,  exclusión social, destrucción de la industria nacional en especial Pymes, intentos de privatización de Aerolíneas, YPF, Banco Central, con acuerdos vergonzosos en el plano internacional como el de Foradori-Ducan con los ingleses4, en una claudicación de soberanía en Malvinas, peor a los Acuerdos de Madrid del menemismo.

 Entonces a que nos enfrentamos en éste año electoral es la pregunta y la respuesta es sencilla: a un enemigo externo con agentes locales dispuestos a consolidar el coloniaje institucional en nuestro país, con herramientas políticas supuestamente democráticas, como el PRO/UCR y Libertarios que no dudaron en tomar por asalto los poderes republicanos, en especial la Corte Suprema y el servicio de Justicia, como herramienta de persecución al peronismo y de consolidación de su sistema de intereses concentrados en el Círculo Rojo.

 Es que el marco internacional ha dejado al descubierto un aislamiento de la ficción del hegemonismo unipolar de EEUU que en franca decadencia5, que no sólo desata guerras6 en un intento de recuperar áreas euroasiáticas perdidas, sino que ante el giro del mundo hacia el multipolarismo, hace de América latina su bastión de defensa última, con apropiación de sus recursos naturales, bienes y servicios con anclaje institucional colonizado, con el concurso de la OTAN desde Malvinas como ariete en el Atlántico sur.

 Sus herramientas de consolidación del coloniaje, son los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, ALADI, OMC, Tribunal de la Haya, más el pleno de Naciones Unidas que vota con 193 países proyectos viables al mundo encaminados a la paz, a la soberanía de los pueblos, a la terminación del colonialismo y al cuidado del ambiente, pero el Consejo de Seguridad veta sistemáticamente. Ese esquema de poder mundial de la pos guerra mundial, se está derrumbando, ya no existe más ante un nuevo orden que no sabemos cómo culminará, sólo rezaremos que no sea por confrontación atómica.

 En ese mundo se encuentra el peronismo y Latinoamérica con una respuesta de paz y de cuidado del ambiente, ante la agresión de un capitalismo brutal e inhumano, que sólo sabe desplegar Fondos de Inversión Buitres arrasando soberanías y avasallando los pueblos.

 En un escenario convulso se desarrolla un año electoral en nuestro país, con una compactación de poder contraria al movimiento nacional que nuclea desde riendas institucionales como la Corte corrupta7 y criminal asociada al Lawfare de diseño colonial, hasta los Medios que mienten, manipula, ocultan y tergiversan por ser parte de ese poder hegemónico, que sólo vela por sus intereses.

 La victoria del enemigo fue desde siempre, hace más de 30 años de neoliberalismo explícito, la fragmentación del campo popular que ha logrado estallar en miles de expresiones que ningún liderazgo, como el de Cristina, logra totalizar. La victoria del campo popular se consolida en la unidad, aún en andariveles separados, pero de objetivos comunes, superando la cultura individualista y colocando los objetivos estratégicos sobre la mesa de los compromisos compartidos8.

 El sólo reconocimiento del poder de fuego del enemigo, debe dar paso a la máxima comprensión de la hora actual, en la cual debemos dar respuestas desde las necesidades del pueblo argentino, sus esperanzas y utopías que descansan en la cultura nacional que mantiene la identidad y la memoria, de un peronismo filosófico que logró sintetizar siglos de luchas emancipadoras.

 Todos deberíamos saber ya a quien vamos a votar, por quien vamos a militar y esforzarnos en nuestro compromiso, a quienes depositaremos la esperanza de que luchen por una Patria justa, libre y soberana: ese compromiso es que en 2023 logremos erigir un Gobierno amigo, frente a un enemigo que persigue, mata, excluye y entrega la Patria.

 Esa disyuntiva resuelve cualquier especulación o personalización de la política, es especial si se hace desde una institucionalización del Movimiento convocada por Cristina y todos los sectores de nuestro movimiento: CGT y ambas CTA, Movimientos sociales, curas villeros y opción, empresarios Pymes, organismos de DDHH, PJ, partidos aliados y agrupaciones políticas nacionales en un esfuerzo conjunto por conformar un Gobierno amigo de las necesidades y esperanzas del pueblo argentino.

 Abandonar la agenda enemiga, dejar de contestar las provocaciones, elevar los sueños y emociones del pueblo con la alegría de un porvenir nacional que quiere ser arrebatado. Derrotar al odio sembrado con intención del caos, con propuesta programáticas estratégicas que marquen adónde vamos, los caminos a recorrer, las dificultades a enfrentar, los tiempos y espacios necesarios para plasmar una verdadera revolución nacional en paz, democrática y popular, que sólo puede consolidarse en la construcción de la Comunidad Organizada9 como poder popular constituyente con el conjunto de la Patria Matria Grande, que nos espera para reconstruir una Patria QUE NUNCA DEBIÓ DEJAR DE SER.

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